Nadie te arrancará de mis pensamientos; El sol dejará de
sonreírle, a una tarde de ardiente verano. Las flores dejaran de brotar
en primavera y no darán su acostumbrado perfume, en los jardines y en
los campos.
Tal vez el océano pierda su azul verdor, al
observarlo a la distancia, pero yo jamás te sacaré de mis pensamientos. Y
te pasearás triunfante en mi memoria. Nada hará cambiar mi forma de
amarte.
Quizá nunca toques mis manos, ni acaricies mis cabellos
en una noche, que invite a una intimidad delirante, más mi alma
travesara fronteras, y estará allí junto a ti para amarte.
Te amaré
hasta el amanecer, hasta dejarte extenuada, llena de mi amor, de mis
caricias y mis besos y lloraré de emoción al sentirte solamente mía.
Permaneceré siempre a tu lado.
Estaré
en tus noches tristes, en el susurro del viento por las tardes, cuando
creas que la noche ha llegado y todo sea oscuro par ti, estaré en una
estrella, alumbrando tu destino para que puedas seguir tu camino.
Clamaré
a Dios para que seas feliz, aunque no sea a mi lado y cuando al final
hayas encontrado con quien compartir tu vida, me retiraré en forma
silenciosa.
Y cuando de vez en cuando quieras recordarme, me
encontrarás en el rocío suave de una rosa, o en una gota de lluvia en
una tarde cualquiera, o tal vez en la sonrisa de una pareja de
enamorados
Te quiero
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